lunes, 4 de junio de 2012

Musicland 2012: Vetusta Morla

Fuente: freekmagazine.com

Hace más de un mes desde que Vetusta Morla volvieron a pisar Madrid para dar su esperado concierto en el festival Musicland de Vallecas.
A pesar de mi tardanza, sentía que debía hacer una pequeña crónica de su concierto.
Ya había visto al grupo de Tres Cantos en 2011, en el Día de la Música. Sin embargo, hubo algo que no terminó de convencerme. Tal vez fuera que no tuviera "Mapas" muy escuchado, o que el lleno absoluto que lograron en Matadero Madrid me abrumó y agobió demasiado y no pude concentrarme como debía en su directo.
De todas formas, ésta segunda oportunidad para verlos en directo me vino de mano de una invitación inesperada, unas dos semanas antes. 
Después de esperar en la cola más de dos horas, aguantando la lluvia que se desató en un momento, y sufriendo las consecuencias de una PÉSIMA organización (en serio, si piensan repetir este festival el año que viene, que se planteen muy en serio lo mal que lo han hecho este primer año), pudimos entrar al recinto, sabiendo ya que no habría actuación de Eladio y los Seres Queridos, y, muy probablemente, de El Columpio Asesino. Y que Vetusta Morla probablemente se retrasarían una hora. Pero todo esto averiguado a duras penas a base de Twitter y a través del personal que soltaba alguna prenda.

A eso de las diez de la noche, cuando abrieron la entrada al escenario "indie", nos preparamos para más de una hora de espera. Sin embargo, para mi sorpresa (y la de unos cuantos), aparecieron El Columpio Asesino en escena, justo cuando despedía mis ganas de verlos hasta el Arenal Sound. 
Tras casi una hora de directo, dejaron claro que su "Diamantes" en directo no es una obra menor. Si ya el disco de estudio es bueno, su directo lo supera, aunque sin llegar a la genialidad, pero cumplen.

Eran casi las once y media de la noche cuando, por fin, tuvimos a Vetusta Morla en el escenario. Disculpándose por todo, por la organización, por la lluvia... Comenzaron con el tema que da nombre a su último disco. No el principio que esperaba, pero dejaron claro el nivel al que estarían esa hora y media siguiente.
Alternando "Mapas" y "Un día en el mundo", a cada tema que tocaban, iban fascinando cada vez más a su público, que no paraba de corear cada una de sus canciones.
¿Quién no murió al escuchar en directo "Copenhage", "Valiente" o "Un día en el mundo"? Ya tan clásicos del indie español...

"A veces la lluvia lo arruina todo, fijaos cómo ha dejado esto y cómo ha complicado todo hoy. Algo parecido pasa en el mundo y en nuestro país. Solo que, en este caso, sabemos muy bien quién es la lluvia".
Tras pronunciar (algo parecido a) estas palabras, Pucho recibió una avalancha de aplausos, a lo que siguió un bidón y los primeros acordes de "El hombre del saco". Bestial.

Poco más que decir de este concierto, que no estuvo a la altura de un festival mediocre y mal organizado, salvo que "Los días raros" consiguió poner la piel de gallina y hacer llorar a más de uno. 
El final, con "La cuadratura del círculo" dejó a todos boquiabiertos con un solo de batería. 
Un buen sabor de boca para terminar una tarde turbulenta y una noche inmejorable gracias a ellos.

Repetiremos. En mi caso, en el Bilbao BBK Live. Quién diga que no hay ganas...

domingo, 3 de junio de 2012

"La noche eterna. Los días no vividos"


Hace casi dos semanas que salió, aunque realmente ya habíamos escuchado prácticamente la mitad del álbum.
Recuerdo cuando salieron a la luz "Los seres únicos", "Wio" y "El hambre invisible". Yo fui una de esas seguidoras de Love of Lesbian que se decepcionaron a la primera escucha (y a la segunda, y a la tercera...) de estas canciones. Bueno, excepto "Wio", que fue la única que me gustó desde el principio.
Hace poco menos de un mes, sacaron algunas más, con lo que aumentaron o decrecieron las esperanzas de los fans. La mayoría más cercanos a las malas impresiones que a las buenas, en general.
Pero el 22 de mayo salimos todos de dudas.
Este doble CD confirma a Love of Lesbian como grandes de la música nacional. Bueno no, miento, eso ya lo hicieron con "1999".
Pero es que este "La noche eterna. Los días no vividos" no es más que otra gran obra de los lesbianos. Quizá no tan grande como sus anteriores discos, pero sí es un álbum digno de ser escuchado, porque tiene mucho que contar con sus historias noctámbulas y fantasiosas.

Comienza con la épica "La noche eterna". A mí, sus primeras notas a piano consiguen estremecerme, y la canción mejora conforme avanza. Un muy buen comienzo, en mi opinión.
Las mejores del primer CD, en mi opinión, además de la primera, son "Oniria en insomnia" (con reciente videoclip), "Belice" y "Pizzigatos".
"Nada" y "Cínicamente muertos" son de estas canciones con capacidad para evocar sensaciones; de esas que pueden estremecerte si estás especialmente emocional.
Luego está "Si tú me dices Ben, yo digo Affleck", tan bien descrita por páginas de música  como "aquella canción que fácilmente podría hacerse pasar por una de Alaska en los ochenta". Desde luego, levanta el ánimo a cualquiera.
"Los seres únicos", a pesar de habérseme resistido tanto, es una canción que me inyecta el positivismo que necesito cada vez que la escucho.
Otro punto a favor, en mi opinión, de este doble disco son los interludios. Porque a veces puede transmitir más un minuto de tenues notas con cierto ambiente de fondo, que una canción con letra propiamente dicha.

El segundo CD abre con "Nadie por las calles". Para mí, otra canción que me da buen rollo. Y continúa con éste con "El hambre invisible", con esa pequeña crítica sociopolítica tan propia de las letras de Love of Lesbian.
De este segundo CD, destaco especialmente "Wio, antenas y pijamas" y "Si salimos de ésta". Simplemente geniales. Muy "ellos". Si les escucháis a menudo, me entenderéis.
Y qué mejor para finalizar que otra de sus letras absurdas, pseudo-filosóficas, con cierto trasfondo sentimental, con mucho espíritu bailable.

¿Lo peor? En mi opinión es que casi todas las canciones se ciñen al mismo tema: la noche, la soledad nocturna, la casi inexistencia del día... Que tal vez les haya privado un poco de haber escrito algo más heterogéneo.

Llevan cuatro discos y aún no han podido demostrarme que pueden fallar o que puedan hacer algo mediocre. Este mes les veré en directo con su nueva gira en el Día de la Música de Madrid. Ya tengo muchas ganas y curiosidad.

¡Notable para los lesbianos!

jueves, 26 de abril de 2012

Sánchez y Hine

Hace unas semanas, fui a visitar dos exposiciones de fotografía que me llamaron bastante la atención.
Una de ellas es la de Gervasio Sánchez, gran representante del fotoperiodismo de la segunda mitad del siglo XX.
En su obra, expuesta en la antigua Tabacalera (Embajadores 53, Madrid), se refleja la crudeza de un mundo en guerra, el dolor en su estado puro, tal como lo reflejan sus fantásticos retratos.
Es una exposición con más de 150 piezas, si bien no se hace pesada, al terminar de verla, no me pude quitar cierta sensación de náuseas y presión después de haber visto en imágenes tanto dolor y sufrimiento.
Esa sensación es la que te deja claro que has visto algo difícil de olvidar, que el trabajo de ese fotógrafo quedará para siempre en tus retinas, porque entre tanto arte banal al que estamos acostumbrados hoy en día, también sigue existiendo el arte de verdad, el arte "doloroso", el arte nacido del sufrimiento, pues aunque sufran otros en sus fotografías, Sánchez regresó de sus viajes por los Balcanes, Centro América y África (sobre todo de éste último)con diversas secuelas que solo podían haber sido causadas por las guerras más despiadadas.


Niñas en Sarajevo, de Gervasio Sánchez

La exposición aún no tiene fecha de clausura, es gratuita y puede visitarse de martes a viernes de 12.00 a 20.00 y sábados, domingos y festivos de 11.00 a 20.00; para más información, pincha aquí.




La otra exposición que vi esa misma tarde, que me gustó algo menos, después de la intensidad de Sánchez, fue la expuesta también de forma gratuita en la Fundación Mapfre (Recoletos, Madrid), sobre el destacado fotógrafo de finales del siglo XIX y primera mitad del XX, Lewis Hine.
Comenzó su carrera profesional muy alejado del mundo de la fotografía, pero terminó siendo uno de los fotógrafos más conocidos del momento.
Retrató la construcción del Empire State Building (sí, suya es la famosa fotografía de los obreros almorzando en una viga del imponente edificio, aún en construcción), así como la industria de la época, familias burguesas y pobres y niños huérfanos, creando así un gran contraste entre obras.


Sin duda alguna, este contraste entre clases de la época fue lo que más me gustó de su obra. Ver a una familia pasando hambre en la mesa y, en la siguiente foto, a una mujer con perlas y oro al cuello de camino a la ópera. Realidad sin frivolidades.
Los retratos de niños en un orfanato destacan por su simplicidad y capacidad emotiva.
Hine fue pionero en su época, se atrevió a decir con imágenes lo que otros no podían decir con palabras.
Como otros tantos artistas, arriesgó y ganó.


Niños fumando, Lewis Hine

La exposición termina este domingo 29 de abril, así que os recomiendo visitarla este fin de semana.
Aquí os dejo otro link, por si os interesa.

viernes, 30 de marzo de 2012

Los Juegos del Hambre

Hace un mes me regalaron la primera de esta trilogía tan exitosa.
Tardé dos semanas en leerlo, sí, lo hice con calma, pero hasta que llegué a un punto en el que no podía soltar el libro.
Llegué a ir al gimnasio con el libro, a leer sin parar mientras hacía cualquier tipo de ejercicio.
Llevaba con la espinita clavada de leer estos libros desde el pasado verano que empecé a escuchar de ellos, hasta que al final, sucumbí.

Sí que es cierto que su estilo narrativo no es nada del otro mundo, el argumento está bastante bien. Los personajes no están mal, sin embargo me gustaría ahondar más en ellos en los siguientes dos libros. "En Llamas" ya lo tengo empezado, y espero terminar con él pronto.

Mi principal crítica es sobre el fenómeno en que se ha convertido. En mi opinión, esto se debe a la falta de costumbre de los jóvenes por leer literatura "de calidad", y su afición a los best-sellers.

Yo también he sido de las que leían "Crepúsculo" y "Memorias de Idhún", pero lo alternaba con Edgar Allan Poe o Paul Auster, no hay que cerrarse a un género específico.

En definitiva, diría que aun así, leer estos libros merece la pena, pues nunca está de más leer más, ¡es cultura!
Y las historias de rebeliones siempre son bonitas. Katniss me parece un personaje muy natural, con sus dilemas y dudas propias de una chica de dieciséis años, y a los demás personajes se les coge cariño con facilidad. Destaco, cómo no, a Rue, un personaje que demuestra la fuerza que pueden tener los personajes secundarios a veces, al igual que Cinna.

A ver qué me depara "En Llamas". Además, las ganas por ver la película, que se estrena en abril, no dejan de crecer.

Me pregunto a veces cómo reaccionaríamos muchos de nosotros si apareciéramos en la Arena y peleáramos a muerte con completos desconocidos tan aterrados como nosotros.


jueves, 29 de marzo de 2012

La Casa Azul

Cuando recuerdo el primer contacto que tuve con Guille Milkyway (musicalmente hablando, claro), recuerdo un día de 2007 ojeando el periódico. En la sección de cultura había un artículo que llamaba mi atención.
"La Casa Azul", seguido de imágenes a todo color de lo que parecía ser un grupo de música.
Lo que leí me pareció bastante interesante. Yo por aquella época, en mis tiernos catorce años, no escuchaba más que Pop y R&B, por lo que, al buscar en YouTube vídeos del susodicho grupo, aluciné con algo que no había visto ni oído nunca.
Mi primera reacción, además de sorprenderme, fue de rechazo, todo era demasiado diferente a mi estilo musical de entonces y la música me parecía demasiado azucarada. Aun así, tenía una extraña conexión al grupo que no sabría describir. 


Sin embargo, en menos de un año después, mis gustos musicales cambiaron por completo. Descubrí el rock, el indie, el punk, el metal, el hardcore, los grandes oldies que tanto había repetido mi padre en los viajes en coche, que tanto odié, terminaron gustándome.


En el olvido quedaron La Casa Azul, hasta un día de verano de 2011 en el que un buen amigo empezó a cantar una de sus canciones. De repente, descarga repentina de su discografía. Sin ahondar demasiado, habían vuelto a mi vida.
Pero ya con el lanzamiento de su nuevo disco, "La Polinesia Meridional", terminaron conquistándome por completo.
Es uno de esos discos redondos, que terminas de escuchar y te quedas tan asombrada que no sabes si ponerlo de nuevo o escuchar los discos anteriores como modo de pedirte perdón a ti misma por haberte perdido tal genialidad musical en tantos años.


Este sábado pasado tuve la oportunidad de volver a ver a Guille Milkyway en directo. Ya lo hice en su presentación de "La Polinesia" en diciembre, pero fue bastante breve y quería ir a un concierto de su gira.


Pues bien, no defraudó en absoluto.
Comenzó con un escenario simple pero efectivo; una pared de pantallas, donde proyectó diferentes imágenes a lo largo del concierto.
Comenzó con una intro espectacular (¿Qué es la Polinesia Meridional? ¿Encontraré algún día la mía?).
Con "Los chicos hoy saltarán a la pista", efectivamente logró que todos bailáramos a lo loco mientras cantáb...CHILLÁBAMOS la letra al unísono. Eso sí, pude comprobar que el concierto que Guille dio la noche antes en la misma sala le había pasado factura a la voz, pero pareció recuperarse según iba avanzando la noche.
Se le ve tímido, y un poco incómodo, razón por la que en sus tres anteriores discos, en sus vídeos y ciertas actuaciones, cinco actores, a base de playback instrumental y vocal, ocultaban su identidad. A partir de su tercer largo, "La revolución sexual", estos "androides" comenzaron a perder importancia, y Guille comenzó a perder la timidez que tanto le caracterizaba.
Sin embargo, en el concierto poco tardó en desmelenarse (¡qué ironía la mía!), claro que, con un tema como "La fiesta universal", no hay otra, es bailar o morir.


¡Hoy no pasarán, hoy no pienso claudicar, me cansé de tanto imbécil y he pensado que mejor era empezar a respirar y volver a lo normal, retornar a la belleza de las cosas inconexas y al amor, contundente e irrefutable ganador!

En definitiva, la fiesta continuó con canciones que pasaron a la historia como "Chicle Cosmos", "El momento más feliz", "Superguay", "Cerca de Shibuya", "No más Myolastan", "Esta noche solo cantan para mí" (momento muy emotivo, con imágenes de las grandes cantantes a las que menciona en la canción, proyectadas en la pantalla), "Chicos malos", "Yo, también" (ganadora del Goya a mejor canción original en 2010), y canciones recién estrenadas de "La Polinesia". Destacables "Terry, Peter y yo" y "La vida tranquila".
Uno de los grandes momentos de la noche fue el mix que hizo de las canciones más conocidas de sus dos primeros álbumes, mezclando así temas como "Hoy me has dicho hola por primera vez" o "C'est fini", entre otras. 
La canción que da nombre al disco, "La Polinesia Meridional" fue interpretada a piano, el público cantó en susurros, para poder oír con claridad la voz de Milkyway, tan majestuosa como siempre.

Tras un breve descanso, dos androides que acompañan siempre a Guille en sus giras, con sus cascos blancos y sus sintetizadores y percusiones, se quitaron las máscaras, y caldeando el ambiente con los primeros ritmos de "La revolución sexual", terminaron revolucionando al personal. En la pantalla se podía ver a los antiguos androides en la estética usada para el videoclip del tema, hasta que apareció Guille y la fiesta se reanudó. 
Con una versión a piano de "Como un fan", se me terminaron escapando las lágrimas. Es inevitable.

Nunca. Nunca más me iba a recuperar. Porque cuando tú jugabas yo creía que lo que hacías era amar. y mientras, yo me enamoraba como un fan, de tu voz, de tus amigos, de tu ropa original, de tu habitación, de tu portal, de tus discos viejos de los Clash, de toda tu maldad.

Tras el bajón, tocó volver a pintarse otra sonrisa en los labios. Guille, después de admitir que "nunca me había sentido así, es cierto, nunca había deseado no terminar un concierto y ahora..." tras las carcajadas que lo secundaron, nos dejó con "Todas tus amigas".

Fue un concierto casi perfecto. Hay perfección en las letras de sus canciones, en sus melodías, en sus matices, en su voz... Si la perfección existiera, tal vez Mr. Milkyway sería el que nos diera clases sobre ella.

Y así es mi historia de amor con este grupo. Cómo ha escalado en unos meses en mi lista de grupos más escuchados. El talento no lo es todo, pero si sabes cómo usarlo y con qué recursos, voilà.
A la primera escucha pueden parecerte superficiales, pero si te sumerges en sus letras, te das cuenta de que son letras poéticas, metafóricas, tristes en su mayoría, camufladas de la forma más sorprendente, por sus símiles y por la melodía que las envuelve, tan chicle-pop. Esa es la gran sutileza de este grupo.




En primer lugar, me gustaría daros a la bienvenida a un Blog dedicado, casi en su totalidad, a la cultura, pues me considero una apasionada de artes como la música, el cine, la pintura, la fotografía y la literatura.
Espero poder actualizar al menos un par de veces cada semana.
¡Un saludo!